[...]Pero ha llegado el momento de decirte que lamento estar harto de estar harto.
Ya es hora de terminar esta historia interminable, sin víctimas ni culpables; pongamos punto final, y, volvamos, cada cual, como gatos escaldados, a ordenar nuestro tejado; concluyamos esta liga, si no queremos que siga lloviendo sobre mojado. [...]